ASUNCIÓN - PARAGUAY - Paraguay aún posee poca experiencia en lo que refiere a los sistemas de comercio de emisiones de carbono, a pesar de haber sido la ubicación geográfica de uno de los primeros proyectos en el que una compañía compensó sus emisiones de carbono a principios de los años 90s. A través de la compra de créditos de carbono de la Reserva del Bosque Mbaracayú, manejada por la Fundación Moisés Bertoni, la empresa norteamericana de electricidad Applied Energy Services (AES) compensó 13,1 millones de toneladas de carbono por un equivalente monetario de USD 2 millones (Ecosystem Marketplace, 2010).  

Además del citado, Paraguay cuenta con más o menos 5 proyectos privados que, por medio de la conservación de bosques y ecosistemas naturales, buscan insertarse en el mercado de emisiones de carbono. Este tipo de crédito se corresponde con un bono en particular, el de floresta y conservación, en donde se incluye la reforestación, forestación y conservación de ecosistemas.  

La mayoría de estos proyectos constituyen iniciativas de Reducción de las Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques (REDD+). La REDD+ es un mecanismo que ha estado negociándose en la convención de la Naciones Unidas para el cambio climático, con el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero mediante la mejora de gestión de los bosques en países en desarrollo. 

Entre los proyectos REDD+ del país podemos citar los siguientes. El proyecto Chaco Vivo, desarrollado por la empresa Atenil S.A., se considera el proyecto más impactante en el Chaco Paraguayo. Ubicado en los departamentos de Presidente Hayes y Alto Paraguay, este posee más de 200.000 hectáreas y garantiza la protección de 187.000. Además, dicho proyecto posee ya la certificación de Verra, que garantiza el cumplimiento de estándares ambientales y de gestión.  

También en el Chaco se encuentra el proyecto Corazón Verde del Chaco, liderado por la empresa Quadriz Paraguay S.A. en asociación con Atenil S.A. y Ostrya Conservatión Inc. En primera instancia este proyecto cuenta con 32.000 hectáreas de bosque, pero con intenciones de ampliarlo a 200.000 en el futuro. También posee la certificación Verra.  

Por otro lado, la Asociación Guyra Paraguay lleva adelante el proyecto Conservación de Bosques en Paraguay. Este proyecto tiene dos áreas de ejecución que son la Finca Tobich, en Bahía Negra, Alto Paraguay; y en la comunidad campesina La Amistad, en Alto Verá, Itapúa. Según la asociación, con la conversación de estas propiedades previenen la emisión de aproximadamente 220.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.  

Otra empresa que se muestra interesada en la venta de créditos de carbono es Paracel, que se encuentra en proceso de obtener su verificación por parte de Verra. La empresa estima que puede generar 24,5 millones de créditos a través de las actividades que se llevan a cabo en su componente forestal, como la forestación y reforestación (plantación) con eucalipto, así como la conservación y restauración de los ecosistemas nativos. 

Por último, se puede citar al proyecto Paraguay + Verde, que recibió alrededor de USD 50 millones del Fondo Verde para el Clima por reducir emisiones entre 2015 y 2017, liderada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES). Actualmente se busca reinvertir dichos recursos para generar nuevas reducciones por medio de la ejecución de la Estrategia Nacional de Bosques para el Crecimiento Sostenible y de la operativización y capitalización del Fondo para el Cambio Climático. 

​​Trabajos citados
​Ecosystem Marketplace . (2010). El estado de los mercados de carbono forestal 2009. Echando raíces y ramas.

Fuente: Unión Industrial Paraguaya - Centro de Estudios Econômicos
Por: Claudio Cappello, Joaquín Sostoa y Jazmín Suárez
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